Para escoger el champú que mejor se adapte a tus necesidades, debes fijarte en cómo es tu raíz: si por lo general tiene tendencia a engrasarse rápidamente o no, si presenta picores o eczemas… El cuero cabelludo indica qué tipo de champú es más recomendable utilizar:
Cabello graso: Se ensucia rápido, pierde volumen fácilmente, sensación pegajosa en la raíz.
¿Qué buscar en un champú? Fórmulas clarificantes o purificantes. Ingredientes como arcilla, té verde, carbón activo o menta ayudan a regular la producción de sebo.
Mejor evitar: Las siliconas pesadas, los champús hidratantes o nutritivos.
Recomendamos: El uso alternado con un exfoliante capilar 1 vez por semana.
Cabello seco o dañado: Falta de brillo, puntas abiertas, se enreda fácilmente.
¿Qué buscar en un champú? Champús nutritivos, reparadores e hidratantes. Fórmulas que contengan caléndula, jojoba, mantecas naturales, coco, aloe vera, etc.
Mejor evitar: Los champús que aportan volumen o lavados frecuentes, evitar fórmulas que contengan alcoholes secantes.
Recomendamos: Acompañar el champú hidratante con una mascarilla nutritiva 1-2 veces por semana.
Cabello fino y sin volumen: Poca densidad, se aplasta fácilmente, aspecto apagado.
¿Qué buscar en un champú? Champús voluminizadores o ligeros, fórmulas ligeras y sin siliconas. El romero, la lavanda, la ortiga blanca, proteínas vegetales como el trigo y el arroz en las fórmulas de los champús.
Mejor evitar: Los champús nutritivos.
Recomendamos: Usar un acondicionador y aplicar de media melena a puntas.
Cabello rizado o ondulado: Propenso al encrespamiento, necesita hidratación y definición.
¿Qué buscar en un champú? Champús hidratantes, con aloe vera, con aceites esenciales de coco, argán, sin sulfatos ni siliconas.
Mejor evitar: Fragancias artificiales, sulfatos y siliconas.
Cuero cabelludo sensible o con caspa: Necesitan calma y regular la producción de sebo para encontrar el equilibrio dermatológico natural.
¿Qué buscar en un champú? La menor irritación posible, buscar fórmulas que sean calmantes, que contengan: lavanda, árbol de té, vinagre de manzana, caléndula, ortiga blanca etc.
Mejor evitar: Fragancias artificiales, sulfatos y siliconas.
Si necesitas más información puedes realizar tu consulta aquí.
¡Estaremos muy contentos de poder ayudarte!